Tras pagar $1 millón para jugar en el evento benéfico súper high stakes, Connor Drinan se quedó de piedra cuando sus Ases de mano perdieron contra los Ases de mano de Cary Katz.
Como si fuera una premonición, Scott Seiver explicó que esto mismo había sido lo que le había echado de un evento previo de las WSOP, y en cuanto terminó de contar esta historia, tuvo lugar el desenlace de esta mano que Drinan jamás olvidará.
Mira el vídeo y hace tu comentario